Entender mi piel
Los tropiezos y las caídas suelen dejar rastro mediante moratones en la piel. Entre la hinchazón que aparece al cabo de unos minutos y durante la evolución del cardenal, hay varios consejos que pueden ser útiles para evaluar el impacto de una contusión en la piel y que ésta reaccione bien.
Según la intensidad y localización del golpe, la lesión puede adoptar distintos aspectos. Las intervenciones estéticas y quirúrgicas también pueden originar lesiones cutáneas similares.
La equimosis se produce cuando se rompen los pequeños vasos sanguíneos de la piel a consecuencia del impacto. Los glóbulos rojos de la sangre se acumulan en los tejidos adyacentes y forman una mancha de color (o moratón) en la superficie de la piel. Al tocarlo, este “cardenal” suele causar un dolor cuya intensidad dependerá de la fuerza del impacto.
El color de la equimosis va cambiando con el tiempo, a medida que la piel reabsorbe la hemoglobina que contienen los glóbulos rojos. Primero es roja, luego negra y azulada y, por último, verde. Al acabar el proceso de reparación de los capilares, la equimosis tendrá una tonalidad amarilla parda. El proceso se prolonga entre una y dos semanas, pero puede durar más tiempo si la lesión es considerable.
Los distintos colores reflejan los diversos estados de degradación de la hemoglobina acumulada en la piel.
El edema es la inflamación de la piel que aparece causada por un impacto, es decir, el bulto, que puede aparecer inmediatamente después del golpe. Lo provoca el derrame de plasma, el líquido en el que nadan los glóbulos rojos de la sangre dentro de los vasos sanguíneos, en los tejidos adyacentes.
En un hematoma se dan una equimosis (un "cardenal") y un edema (un bulto). Lo primero que hay que a hacer es comprimir la zona afectada y aplicar hielo o acelerar la eliminación con activos específicos.
Hay que proteger la zona dolorida siguiendo los consejos del médico, que eventualmente podría prescribir antiinflamatorios.
Si no se ha acudido al médico, puede aplicarse hielo (nunca directamente sobre la piel) para ayudar a reducir el edema.
Los tratamientos específicos para cardenales, golpes y bultos pueden aplicarse de modo preventivo, por ejemplo, antes de una intervención estética. Hay quien también los emplea para las ojeras por su poder descongestionante y para prevenir la equimosis.
Debemos lavar con cuidado la zona dañada y, si es necesario, desinfectarla.
Las cremas específicas para cardenales, golpes,bultos y moratones están indicadas para acelerar la reparación y disminuir el edema. Contienen activos eficaces como el árnica, que tiene propiedades anti-inflamatorias y previene los edemas, así como ingredientes activos calmantes del dolor.
Pueden aplicarse al momento y hasta que las lesiones desaparezcan por completo.
